jueves, 28 de agosto de 2014

Historia del Bonsai

Historia del Bonsai
Inicialmente, y en sus orígenes, el bonsái debió ser un árbol encontrado en un bosque o roquedal y transplantado a una maceta; pero quién fuese el iniciador de esta actividad, seria difícil decirlo; posiblemente nunca lleguemos a saberlo, pero sin duda debió ser un fiel observador de la Naturaleza gratamente sorprendido por el hallazgo.
Aunque en la actualidad, el arte del bonsái suele asociarse con el Japón, hay que recordar que su origen está en China. Hará ahora unos 2000 años que se inició esta cultura y, el principio general de cultivar árboles en recipientes, puede haber sido llevado allí mucho antes desde la India.


Diversos estudios coinciden y admiten que procede de China, donde se denominaba PEN-JIN, cuyo vocablo engloba los conceptos de planta en miniatura cultivada en maceta, situándose su máximo apogeo, durante el periodo Sung (finales del siglo X al siglo XIII), tiempo en que una secta ZEN los introdujo en Japón. El carácter japonés puso en práctica modificaciones hortícolas propias de su cultura lo que acabó transformando el PEN-JIN en BON-SAI. (BON-bandeja, SAI- planta)
Una supuesta referencia al bonsái aparece en un documento del s. VI, y en rollos pintados del s. XIII destacan unos árboles que crecen en recipientes y que, ciertamente se corresponden con el arte del bonsái tal y como lo conocemos hoy en día. Mas tarde, en el arte y la literatura china y japonesa, se encuentran muchas referencias sobre el tema. En Japón se alude por primera vez al bonsái durante el periodo Kamakura (1192-  1333), se trata de una pintura de un bonsái que ilustra la vida en el periodo Heian (794-1191), lo que explica que en esa época era ya conocido.
Durante siglos, el bonsái ha sido una parte importante de la cultura japonesa y es esta larga práctica de la que han derivado los preceptos artísticos y los métodos hortícolas utilizados actualmente en todo el mundo.
La introducción del bonsái en los países occidentales es muy reciente. Solo dentro del s. XX ha llegado a adquirir el bonsái un verdadero interés en Europa, América y Australia, y esto ha ocurrido muy lentamente, aunque el entusiasmo por el bonsái va en aumento. Se cree, en general, que el interés en el bonsái en occidente data de una exposición pública que tuvo lugar en Londres, en 1909.
La tradición occidental del bonsái toma sus bases del arte japonés, como lo prueba el vocabulario del bonsái, clasificación de los estilos para el modelado de los árboles y, en términos puramente prácticos, el origen de las herramientas especializadas y los recipientes usados la mayoría de los cuales se exportan de Japón.
Los bonsáis no son árboles especiales, se trata de las mismas especies que contemplamos en la naturaleza, que si se dejan crecer sin aplicarles las técnicas de cultivo de bonsái, crecerán hasta alcanzar sus límites genéticos. En principio cualquier especie es susceptible de cultivar como bonsái, aunque se prefieren aquellas que presenten hojas y frutos de reducido tamaño. Es una forma de arte muy cercana a la cultura mediterránea, tan habituada a la jardinería en macetas, lo que ha facilitado enormemente su difusión.


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